Alejandro Tello, un joven hispano neoyorquino de tan solo 18 años, falleció el pasado domingo día 23 de julio tras ser arrollado por un todoterreno en una intersección de calles en Gravesen, Brooklyn, mientras volvía a casa desplazándose sobre su patín.
El autor del delito, tal y como se puede apreciar en las grabaciones registradas por una cámara de seguridad, aceleró y huyó de la escena del crimen sin comprobar el estado del chico al que había atropellado, quien fue trasladado al hospital tras el aviso de varios testigos y murió irremediablemente horas después.
«Quizás se hubiera salvado si, en vez de acelerar, el conductor hubiese frenado al escuchar el impacto«, se lamenta Benjamin Tello, padre de la víctima. Sin embargo, continúa dirigiéndose al homicida, «Si me estás viendo, te perdono. Yo, mi mujer y mi familia te perdonamos. Dios sabrá qué planes tiene para ti». Sus más allegados, a pesar del dolor reciente de los hechos, aseguran que el joven skater «Era una gran persona con un brillante futuro por delante y estaba a pocas semanas de empezar su etapa universitaria».
La policía sigue tratando de dar con el autor del delito, y la última información publicada sobre el suceso relata que el vehículo del crimen, un BMW X5, fue hallado sin conductor en un párquing de la zona a 3 kilómetros del lugar de los hechos.
Sigue abierto el debate sobre si Alejandro Tello debería haber frenado o no al ver que el coche se aproximaba al cruce, pero la vulnerabilidad desfavorable de un joven en skate frente a un todoterreno es más que evidente.
Más allá de opiniones, las imágenes del vídeo hablan por sí mismas, y los cargos sobre el conductor serían distintos si hubiese parado en seco al sentir el impacto en lugar de acelerar y atropellar de nuevo al joven con la rueda trasera. Hasta nuevas noticias sobre la resolución del caso, que cada quien saque sus propias conclusiones.
Descansa en paz, Alejandro Tello.
